BUENOS AIRES (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- Alejandro no lo pudo gritar, pero fue uno de los goles que más festejó en toda su vida. "Camuflado" en el palco de la empresa para la que trabaja, integró el pequeño grupo de privilegiados hinchas de Boca que pudieron ver triunfar a su equipo en el Monumental. "Fue el gran grito del silencio", dijo a LG Deportiva tras el 1-0. Por orden de sus jefes, "Ale" tuvo que acompañar a un cliente fana de River. Y se le cumplió su deseo. "No me pude negar, je. Y estoy feliz porque veré a más de 50.000 hinchas 'gallinas' calladitos, otro silencio atroz", había dicho antes del partido.

Desterrados del estadio de su eterno rival por culpa de la violencia que desde hace tiempo tiene de rehén al fútbol argentino, los hinchas son los que pagan los platos rotos. Los de uno y del otro lado. Porque un Monumental exclusivamente teñido de rojo y blanco tampoco es el escenario deseado por los simpatizantes del "Millo".

"Ahora uno entra a la cancha, y a quién le canta si no está la otra hinchada ahí", se preguntaba Natalia, una salteña que vive en Buenos Aires, fanática de la "banda roja". A su lado, Carlos se quejaba.

"Nos quitan el folclore, la esencia. El 'gaste' es propio del fútbol, una vez te toca a vos, otra al rival". Su hijo, también de nombre Carlos, coincidía. "Esta medida no tiene sentido. Las últimas veces que jugamos acá contra Boca no hubo problemas. Por culpa de la ineptitud del Estado y los dirigentes se pierde la mística. Porque son las hinchadas las que dan color a la pasión". Ambos Carlos estuvieron presentes en otro de los tres superclásicos que en toda la historia se jugaron sin público visitante: el de los penales que le dio acceso a Boca a la final de la Libertadores 04.

Tanto ayer como hoy, los hinchas de River se quedaron sin sus necesarios "partenaires" en la Centenario Alta. Entonces, hubo poco entusiasmo pre-partido y una recepción con cotillón menos ostentosa que en situaciones parecidas. ya en partido, los hinchas pidieron "huevo" y alentaron durante casi toda la contienda. Tuvieron que soportar que algunos hinchas de Boca tiraran fuegos de artificio en inmediaciones del Monumental, antes de finalizar el primer tiempo. Y soltaran incluso unos globos que sostenían una gran letra "B" impresa en una tela. Con estoicismo, los hinchas comenzaron a cantar tras el gol de Gigliotti. Esta vez, no hubo silencio, sí decepción atroz.